viernes, 9 de diciembre de 2011

Diciembre del 2008




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Aquellas aceitunas 
cayendo entre los dedos.

Hilos de escarcha y el olor de la sombra
andan trepando por la memoria.

Es casi de cal esta sensación tan seca,
tanto,
que ya no sé si me llama a gritos,
o susurra y se vuelve arena
cuando el cielo se tiñe de verde.

Ha llegado el invierno como un regato
rebuscando entre las costumbres,
y necesito saber, si es el recuerdo
lo que de la mano 
me lleva, a esperar el momento 
en el que el aceite se agote en los candiles.

Desde que me perdí de frío, soy toda mujer
y me sangran de nostalgia, los brotes
que nacieron en las ramas de diciembre.
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10 comentarios:

Fernando dijo...

.........UN BESO.

© José A. Socorro-Noray dijo...

Los tres últimos versos son sublimes.

Un beso

ralero dijo...

El recuerdo, a veces, nos ata las muñecas con tal fuerza, que de las úlceras no cesan de brotar sal y sangre.

Un beso.

Marian Raméntol dijo...

Ese final es tremendísimo, Mamen... sin desmerecer el resto, ese final vuela solo.

Mil abrazos, guapa.
Marian

Ana Muela Sopeña dijo...

Bellísimo poema, Carmen. Con un final delicioso.

Un abrazo grande
Ana

Manuel Rubiales dijo...

Somos hijos de un invierno muy lejano y habitantes de un eterno otoño.

Vino y besos

Mamen Alegre dijo...

Esta vez me regalaste besos además de los puntos Fernando. ¿Eso significa que el poema te gustó?
Un beso grande señor poeta.

Muchas gracias Noray por el mimo que dedicas a mis poemas.
Un abrazo grande.

Es cierto Rafa, pero otras, es capaz de sacarnos una sonrisa enorme para regalar a las miradas.
Recoge la mía.

Gracias querida Ana, eres muy generosa y quiero que sepas que no faltas nunca de mis lecturas aunque no siempre te comente.
Un besazo.

Esperando siempre a que llegue la primavera Manuel.
Besos y cava, por lo de las fechas.

Mamen Alegre dijo...

Mil abrazos Marian, te perdí entre los cometarios.
Es un lujo tenerte cerca.

Arjuna dijo...

Perderse en una sensación que me hace dar frió , queriendo sentir como hembra.Deseando sangrar los recuerdos desde mi cuerpo.
Mis hojas no caen , se marchitan.

Hermoso
tu poema.

He sentido frió siendo hombre de alta presión.

Carlos Rivero. dijo...

Bellas remembranzas.
Insuperable paralelismo entre naturaleza exterior e interior.
Un besote.